Seguramente, durante su niñez, el futbolista del Real Madrid creció mirando las genialidades del Fenómeno cuando tuvo que cargarse a su selección nacional. A pesar de que Ronaldo no jugó ni un solo minuto de juego en Estados Unidos 94, se pudo alzar con su primer trofeo de campeón mundial. Cuatro años más tarde ya era la estrella del Scratch y con sus fantásticas actuaciones llevó a su equipo hasta la final del torneo, sin embargo, perdió en contra del anfitrión: Francia.
Para el torneo de Corea-Japón, en 2002, llegó su primer trofeo en estos escenarios ya como un jugador consolidado. Su aventura terminó en 2006 con una de las mejores escuadras que Brasil ha tenido en su historia. Todo ello, disfrutando de un nivel que muy pocos centros delanteros pueden presumir. Además, Ronaldo se convirtió en el primer máximo goleador en la historia de los mundiales con 15 goles en 19 partidos. Por algo Rodrygo desea ponerse tantito talento del Fenómeno.